jueves, 25 de octubre de 2012

Capítulo 18. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.



Hola bonita. Soy yo tu Hugo. No me preguntes como es que tengo tú número. Oye, que Martín te hecha de menos. 
Dice que te quiere ver mañana... Y ya sabes... A un caballo no le lleves la contraria ¿eh guapa?
Anda duerme bien, un besito pequeña.

Lo vuelvo a leer, y mientras las chicas colocan las sábanas y las almohadas, decido responderle. ¿Por qué no? ¿Qué habría de malo en ello? Este mensaje me podría cambiar la forma de ver las cosas... O no. Ya lo tengo. Respondido.

Pues creo que Martín se va a quedar con las ganas... La verdad es que ya tengo planes, he quedado con Jessica y a demás si no los tuviera, tampoco me hiría contigo a solas ni en sueños, Huguito. Que te quede claro, ¡tengo mejores cosas que hacer!
De todas formas, ya me vas a ver el martes en las clases así que, quédate contento.
Un besazo tonto.

¿Habría sido demasiado borde? No creo, a demás en teoría no quiero tener una amistad con él, claro que no. A mi un chico no puede tratarme de la manera en la que él lo hizo cuando le conocí. Valla cretino. Pero bueno todo hay que decirlo, debo admitir que aquel chico era majo, y aun que valla un poco de chulo, al final siempre acaba sacándome una sonrisa, y alegrandome un poquito el día. A demás era guapo. ¿Guapo sólo? Guapísimo. Debe tener a todas detrás, y no me extrañaría en absoluto. Pero ¿Por qué pienso en él? Bueno, ese chico no es nada para mí. Pero te prometo que ese último "Anda duerme bien, un besito pequeña" Me ha encantado, como me gustaría que eso mismo me lo dijese mi novio.

-¿Hola? Tierra llamando a Helen, estás empanada tía.- Dijo de pronto Alicia, al mismo tiempo que me sacaba de mi mundo.

-¿Yo? Que va, solo estaba pensando.

- Helena, ya nos estás contando que pasa, llevas estos dos días completamente distraída y fuera de sí. ¿Es por lo de tu nuevo primo? Estamos aquí para lo que quieras, y lo sabes, a demás no es nada malo, a mi me encantaría tener ahora un hermanito...-Respondió Julia mientras se imaginaba una vida con un nuevo bebé en la familia y negaba  con la cabeza- O a lo mejor no... Demasiado trabajo para mí.- Acabó diciendo mientras sonreía.

-Pues yo daría lo que fuese por tener una hermana, que hermanos ya tengo de sobra.- Laura enfurruñó la cara. Era verdad, Laura era la pequeña de la familia y tenía tres hermanos mayores. A nosotras nos encantaba el mediano, Luis, o "Luisito" como le llamaban sus padres. Tenia 16 años, y estaba como un queso. A demás siempre que nos ve se acerca a nosotras y nos dice:- Hola chicas. Mientras nos da dos besos. Todo un caballero. Pero su hermana pequeña no piensa lo mismo. Dice Laura que cuando están solos en casa se vuelve un borde con todas las letras. Ya daríamos las demás por poder decir como ella "Cuándo estamos solos en casa" En otro sentido... Pero Luis no es de nuestro nivel.- Sería genial, pero oye, que si viene un hermano y no una hermana, te digo de verdad, que se va por donde a entrado, eh.

Todas nos reímos. Laura cuando quiere puede ser la persona mas enrollada que conozco, pero el problema está en que nunca quiere. O nunca tiene tiempo... Se pasa el día estudiando.

-Chicas, chicas, a ver no mezclemos... A mi me hace mazo de ilusión lo del primo, si va a ser una experiencia fantástica pero es que estoy preocupada por otra cosa.-Dije. Eran mis mejores amigas, y se lo contaba todo, asi que, lo que se me pasaba en ese momento por la cabeza, no era ninguna excepción.

- ¡Pues dinoslo! Pero no nos dejes así Helens- Dijo Marta, muerta de la intriga.- Que sabes que siempre te vamos a aconsejar, y decir lo que creemos que es mejor para tí.

- ¿Quereis la verdad? Pues os cuento la verdad. Lo he estado pensando todo el día de hoy y es una de las cosas que no me la puedo sacar de la cabeza, tengo mis dudas sobre este tema, pero la verdad es que no se si le quiero. Chicas, que no se si quiero seguir saliendo con Pablo.

viernes, 25 de mayo de 2012

Capítulo 17. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.





Se me congeló el corazón durante unos segundos, ¿Le digo la verdad? ¿Le miento? No acabé optando por ninguna de las dos opciones, y elegí la de la mitad de la verdad.


- Un compañero de las clases de moto- Dije, con voz seca- ¿Por qué, estas celoso?- Rematé la frase en un tono tranquilizador.


- ¿Yo?... ¿Celoso?... Pues claramente Helenita, contigo hay que tener cuidado-Dijo acercándose a mí y dandome un corto beso en los labios. Al final, parecía estar más tranquilo.- Eres demasiado guapa.


- Pues entonces en algo nos parecemos ¿No?- Le dije. Cada vez que le miraba, me parecía mas sensible, y eso le hacía aun mas irresistible. Me sonrió, y justo en el momento que se ncaminaba a responderme alguien se adelantó.


-Oye, que sí, que sabemos que os queréis, pero...- Intrrumpió Alicia- Que es que la pizza me va a saber al final a vosotros dos, y de verdad, que no estoy dispuesta- Comentó con una sonrisita.- A demás, ¿tu que hacías fuera a estas horas?-Al momento se notó el nerviosismo en su cara.


- Pues... Que voy a hacer, estaba... Viendo el fútbol con Juan y Joaquín hermanita, que yo tengo vida fuera del colegio ¿Sabes?- Su voz dubitativa dejaba mucho que desear.


- ¿Sí? ¿Y con Mariana también? No, que es que me había parecido haberla oído decir, que iba a estar con Juan. Y si tu también has estado con él y con Joaquín...- Con todos ustedes, Alicia Martinez, aquella que siempre se mete en mi vida intentando arreglarla.


-Pues sí, ella también estaba. ¿Algún problema? Es amiga de Juan, a mi me da igual, a penas la conozco-Respondió Pablo.


- Y por eso nos lo intentabas ocultar...- Comentó Alicia.


-Yo no pretendía ocultar nada.


-¡Sí lo hacías!- Dijo Alicia gritando.


- Que no Alicia, que no! Y a demás para de meterte en mi vida- Le respondió de la misma manera.


- Lo haré cuando no esté incluída mi amiga en ella ¿Te enteras?


Al momento apareció la madre de Alicia, y puso paz en la discusión. Yo sabía que Pablo no había hecho nada, y menos con Mariana, que la gustaba Juan. A demás confiaba en él. Era mi novio e iba a estar con él en las duras y las maduras. Las cinco nos subimos a la habitación de Alicia y preparamos los colchones en los que dormiríamos mas tarde. Me acordé de llamar a casa para felicitar a mi primo por segunda vez, y rápidamente nos fuimos a dormir. Estábamos todas agotadas, después de una larga semana de colegio. Pero antes de hacerlo, había un tema que no me salía de la cabeza, y era, el mensaje de Hugo. En el fondo este chico era muy tierno, y aunque de vez en cuando fuese un poco idiota, me caía bien. Asi que cogí el móvil y le respondí:



martes, 24 de abril de 2012

Capítulo 16. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.

- ¿Qué hicisteis qué?- Dijo Alicia.


- ¡Lo que te digo, limpiamos a los caballos de cabeza a patas!- Respondí.


- ¡Pero si Marta odia a los animales! No me jodas Helena.


-Ya lo sé, pero me armé de valor y lo hice. A demás... No sabes que suave estaba Martín...- Comentó Marta.


-¿MARTÍN?- Respondieron Laura y Julia a coro. No cabían en su incredulidad.


-Es el caballo de Hugo... Yo no sé que le vio, pero definitivamente ese caballo es un bestia- Comenté.
- ¡Venga ya! Si es súper bueno, yo lo adoptaría si no tuviese propietario...- Respondió.


- Lo que la pasa a Helenita es que a ella le va mas el dueño- Ya estaba Julia, la chica rubia, de pelo larguísimo y ojos verdes para ofrecernos sus comentarios. Todas se empezaron a reir. Menos yo, que me puse roja como un tomate.


-No es verdad. Oye ¿Cómo os tengo que decir que estoy saliendo con su hermano?- Comenté, con una sonrisita mirando a Alicia, un poco alterada.


- ¡Eis que no pasa nada! Que a todo el mundo nos gusta lo prohibido, y yo estoy incluida. Con decirte que después de clase me he liado con dos...- A esta chica no hay quien la cambie. Siempre igual, pero ya, lo veíamos normal en ella, era así, y así nos gustaba.
- ¿Joaquín y Marco?- Preguntó Laura.


- Joaquin y Humberto.- Comentó sonriendo.- Pero este ahora no es el tema, ahora debemos hablar de la vida amorosa de Helenis.-Miró el reloj del cuarto de Alicia- Las nueve. Aún Pablo ni ha aparecido por aquí. ¿Qué te parece eso? Mira, yo creo que te quiere porque estas buena, pero ya está.
- ¿Qué dices Julia? Tía pues no. Sí me ha pedido salir no es porque esté "buena y ya está" porque si no, no lo hubiese hecho- Dije un poco irritada. No sabía si lo hacía por mi bien, pero esas cosas me afectaban mucho.


- Yo también pienso que la quiere... Al fin y al cabo, si no no la hubiese pedido salir ¿No?


-Bueno bueno, puede ser, pero a mi me mola mas Hugo Helens, que quieres que te diga. Lo del otro caso es un poco raro.


- Quien sabe.-Dijeron Laura y Alicia.- Por preferencia... eligiría a cualquiera menos a mi hermano.-Comentó Alicia sonriente.


La conversación se quedó detenida hasta que pasó un tiempo. Pero Laura es la que se encarga siempre de enfriar las cosas:


-¿Bueno porque no vamos a cenar? ¿Alicia, tu madre tendrá ya la comida?- El cabreo se fue desvaneciendo, hasta que se quedó en viejos recuerdos. Fuimos a la cocina y la madre de Alicia, Carmen, nos puso tres pizzas para las cinco, eran caseras y la salían riquísimas. Me sonó un pitido en el movil. Un mensaje nuevo, de un número desconocido. Los números desconocidos siempre me daban un poco de miedo. Lo habrí y leí: 


Hola bonita. Soy yo tu Hugo. No me preguntes como esque tengo tú número.Oye, que Martín te hecha de menos ¿Eh? 
Dice que te quiere ver mañana... Y ya sabes... A un caballo no le lleves la contraria ¿eh guapa?
Anda duerme bien, un besito pequeña.


Antes de que se me abalanzasen las preguntas las dije a todas:
-Es Hugo.- Y no pude evitar sonreir.


De prontó hoy decir a mis espaldas:


-¿Quién es Hugo, Helena?


Era Pablo. 

domingo, 22 de abril de 2012

Capítulo 15. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.

Nos dejamos encaminar por aquel chico. De esta forma, me dió tiempo a fijarme más en él. Era muy guapo. Tenía el pelo rubio con alguna que otra mecha morena, y las puntas un poco rizadas. Unos ojos enormes castaños, y, la constitución de su cuerpo no dejaba nada que desear. Seguro que tendría muchas admiradoras por ahí. ¿Qué edad tendría? Cosa de diecisiete, supongo. De repente, me vino a la mente, aquella primera conversación que tuve con él, y que me sacó definitivamente de mis casillas:


- Hola, soy Helena, encantada- Le dije. No podía creer que eso fuera amor a primera vista. ¿Y si no, por qué me impactaba tanto?- Una preguntita, ¿Tu acaso quieres algo conmigo? Es que no paras de mirarme...- Lo solté. De pronto vi como una risita burlona salía de su boca.

- ¿Contigo? Haber guapa, ¡que estás hablando con el chico más guapo de toda la ciudad! Venga hombre, si eres una canija!- Me sonrió y se fue, dandome la espalda hacia la salida.

- ¡Oye!- Grité, pero ya era demasiado tarde, había desaparecido del lugar.

Dejé de indagar en mis recuerdos. y miré a Marta. Estaba de lo más contenta. Pasaron cinco minutos, y mientras Hugo y ella, intercambiaban alguna que otra palabra, yo tenía la mirada perdida al frente. Al momento empezé a intuir a donde nos llevaba. Ahí estabamos, en un sitio al que no había ido nunca, pero que en el fondo me resultaba tan familiar.

- Hasta que tengamos el carnet de moto... Nos conformamos con un caballo, ¿no bonita?- Estabamos en un establo, era muy bonito y tenía al rededor de 10 caballos. Poseía una entrada hacia el campo, donde había frondosos arboles y abudante vegetación. Definitivamente, me gustaba- He aquí, mi mayor pasión chicas. ¡Hey! Hola Julio, ¿como andas?- Le dijó, a un hombre que limpiaba a los caballos con mucho cariño.

-¡Hugo! ¡Hace ya tres días que no se te ve el pelo muchacho!- Se inclinó, y nos vió a mi amiga y a mí.- Por lo visto, hoy traes visita ¿No? Muy bien chico, sí, a sí me gusta.- Volvió a mirar al caballo y continuó frontandole la sien con el jabón.- Por cierto, Martín te hecha de menos.

- Lo más seguro, hace unos días que no le veo- Este, nos soltó la mano y se dirigió a la cuadra, hasta llegar al sitio indicado, abrió una puertecita, sacó a un precioso caballo negro y le dijo algo en el oido.- Bueno Martín, ves a estas chicas tan guapas que he traido? Pues van a montar con nosotros.

-¿QUÉ? ¡NO!- Gritamos Marta y yo a la vez. - ¡Yo tengo asma! Ami ni me mires bicho peludo- Dijo mi amiga con una sonrisa.- Y yo... ¡Pues no quiero, que miedo!- Acabé de rematar yo.

- Bueno... Pues si no queréis montar a caballo, hay mas opciones, no os preocupeis,que de aquí no vais a salir limpitas.


sábado, 25 de febrero de 2012

Capítulo 14. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.


-¿Qué haces aquí?- Le dije, estaba enfadadisima.


- ¿Qué que hago? Pues dar un paseo. No he venido para verte a tí, bonita.- Me quiñó un ojo. Era insoportable.


- Pues ya te estás dando la vuelta. Girando a la izquierda hay unos parque muy bonitos. Y ahora aire.- Me salió solo. Esque cada vez que le veía, me ponía de un humor de perros.


- Ja, ja, ja - Sonrió de forma picarona.- Eso, es lo que te crees tú, una de catorce años, no me va a decir amí lo que tengo que hacer. Aunque sea bastante guapa... -Me lo volvió a guiñar.


- ¡No tengo catorce años! Para tu información, dispongo de quince, solo, uno mas que tú. Y la belleza, se encuentra en el interior, y tu no has mirado en mi mas profundo ser.- Me intenté hacer la intelectual, pero no dió buenos resultados. Marta y Hugo se empezaron  reir. No me hacía ni pizca de gracia.


- Encantada, soy Marta.. Dijo la que faltaba- Helena me ha hablado mucho de tí.


. Un placer Marta, soy Hugo. -Se dieron dos besos- Espero que haya sido a bien ¿no?


- Bueno... Dejémoslo en que ha hablado mucho de tí- Se rió.


- Bueno vale, ya os habéis hecho amiguitos, muy bien ahora, tu por un lado y nosotras por otro.- Dije, entre tanta conversación.


- Helena, que solo hay un problema.- Me comentó Hugo. Haber lo que soltaba ahora.


-¿QUÉ?- Respondí, harta.


- Que me vais a tener que acompañar las dos a una cosa muy importante. Y ya está. - Miró a mi amiga, él sabía, que Marta no se resistiría a sus encantos.- ¿Te parece bien Marta?. -Esta asentió, contenta.- Pues no se hable mas. Os quiero a las dos, cada una cogida de un brazo.- De verdad. No aguantaba más. Le agarré del brazo, y me dejé llevar.



sábado, 11 de febrero de 2012

Capítulo 13. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.



La mañana fue como otra cualquiera. Todo empezó con las tres primeras horas; lengua, sociales y mates . En esta tercera, Don Leopoldo nos comunicó a Pablo y a mí, que la proxima vez, que nos pasasemos una sola notita más, estabamos expulsados del colegio. Al principió me cagué 
pero luego caí en que seguro que estaba exagerando. De todas formas, no iba a correr el riesgo. ¡No iba a volver a enviar una notita nunca más! Después, llegamos al recreo, estaban todas. Las conté las novedades y como no, se quedaron flipando. Después, Marta nos habló sobre Iván. 

Aquél chico que le gustaba desde hacía unas semanas y al que iba a pedir salir. Marta estaba decidida, y nosotras, sus mejores amigas, la apoyabamos, encima, Iván era un cielo. Hacían muy buena pareja. Continuamos hablando de diversos temas, hasta que salió aquel;


- Bueno Helenita, ¿que tal con Hugo?- Dijo entre risas Julia.


- ¿Hugo? ¿El asqueroso ese que va conmigo a sacarse el carnet? - Puse cara de asco. Buff, no le aguantaba. La verguenza que me hizo pasar aquel día, no tenía precio.- ¿Eso te responde?


- Uiuiuiuiui, ¡no sé no sé yo! ¿eh pillina?- Aclaró Laura. Ese chico, me había hecho dudar.  Dudar en todo lo que quería a Pablo, cuando ni si quiera le había dirigido una palabra. Y justo cuando medigno ha hablarle...


-¿Helena?- Era Pablo.


- Hola Pablo- Le dije mientras le daba un beso en la mejilla.


- Oye, ¿al final haces algo esta tarde?- Deseaba poder responderle que sí, pero la verdad, no lo sabía. Mire a mis amigas. Le miraban con cara de asesinas, sobre todo Alicia. Me dispuse a responder cuando Me interrumpieron.


- Sí, ha quedado con nosotras. Se viene a casa- Respondió Alicia por mí.- Pero para estar con nosotras. No contigo.- Nos cogió de la mano, soltó una sonrisita picarona, y nos intentó llevar lejos de él. ¿Desde cuándo había quedado yo con las chicas? Que yo recuerde, nunca. Esta Alicia..


- Venga chicas-Terminó la frase. Y antes de impulsarme por su fuerza, le dije:


-Pero si es en vuestra casa... ¿Nos veremos no?- Sonreí, acababa de caer. Vi como Pablo asentía con la cabeza, cuando Alicia no miraba. Estos hermanos me hacían una gracia...


 El patio terminó, mientras acababamos de hablar de Iván. Media hora de recreo no daba para mucho. Nos fuimos a clase, y la hora de terminar el instituto llegó. Que mejor final que educación física. No se me daba mal, recoger los juguetes de mi hermana que se dejaba por mi cuarto daba sus frutos. Al final, las chicas me contaron, que el plan, era ir a dormir todas a casa de Alicia. No sabía si me dejarían, era el cumple de Jaime. Y a demás, al día siguiete había quedado con Vanessa, la chica de la clase de moto. Tendría que ver que hago. Mientras tanto, cogí a Marta de la mochila, mas bien arrastrada por mis impulsos, y nos fuimos hacia casa. Cuando llevabamos cinco minutos andando, le vi. Era él. Ahí estaba, casi al lado de mi instituto. Hugo.



lunes, 6 de febrero de 2012

Capítulo 12. Lo sinto pro tengo que decirte que te quiero.


-¿QUÉÉÉÉÉÉ?-Gritamos mi hermana y yo, con una sonrisa en la cara, que no nos la podía quitar nadie.
- Que vais a tener otro primito chicas. Y tu un hermanito o hermanita pequeñín.- Comentó alzando la mirada hacia Jaimete- O bueno… Es lo que hemos decidido vuestra tía Mar y yo esta mañana.- Acabó de contar mi tío            Kiko.
- ¡Eso es genial tíos! ¡Qué bien! Me alegro muchísimo en serio. Es una noticia buenísima- Dije, completamente emocionada. Pero en ese momento caí en un pequeño detalle.- Pero esperad, ¿como que lo habéis decidido esta mañana? ¿No lo teníais ya planeado?- Me estaba dando cuenta. Mi futuro primo había venido de goleada. Por lo que mis tíos habían hasta llegado a pensar, en… en eso. Abortar.
-Pues la verdad es que no. Pero lo hemos pensado y reflexionado esta semana, y hemos decidido, darle la bienvenida. Eso sí, se acabaron los caprichos, y haceros a la idea de que viviremos un poquito ajustados con el dinero… Y el tío pedirá un aumento.- Acabo de decirnos mi tía Mar. Valla noticia.
- No pasa nada.- Ya estaba aquí la pequeña de la casa.- Todo el que venga en son de paz, y dispuesto a        jugar con Jaime y conmigo- Giró la cabeza hacia mi primo- Seré bueno recibido.
-¡Claudia, se dice será “bien recibido”!- Risas por todos lados. Mi hermana es un clásico. No se que haría yo sin ella.- Y sí, no te preocupes que jugará contigo y con Jaime- Respondió mi tío. Mientras se comía su último trozo de tortita.
-Bueno familia. Yo me marcho que llego tarde a la esquina, y luego Marta me hecha la bronca. – Pronuncié.- ¡Me parece una buenísima noticia!- Al segundo pensé en Pablo. ¿Se lo cuento a mi familia? No, mejor no. Sí, debo esperar.- Espero, que todo marche bien. Y ¡enhorabuena tía!
- Yo también me voy al trabajo, así que, Claudia prepárate que nos vamos. Por cierto… -Miró a mi tía. Esta le hizo una señal de afirmación, y dijo “Sí, es el momento”- Tenemos planeado el tema de los cuartos…
Me petrifiqué. ¡Adiós a cuarto propio! Hola, cuarto lleno de princesas y barbies por todas partes de mi hermana.
-En principio, los dos pequeños dormirán juntos en la habitación de Jaime- Uf. Valla alivio. ¡Menos mal!- Pero cuando crezcan, Claudia,- Oh, no.- Dormirá en tu habitación contigo, Helena. -¡Mierda! Joder,joder,joder. Solté un:
- ¡No! Joder…- Cogí la mochila, y me marché con prisa a la esquina, donde quedaba siempre con Marta. Vale es una mala noticia, pero había dos “pros”. El primero:- ¡Iba a tener otro primo! Nada supraba esa noticia. Y segundo: Aprendería lo que es estar con mi hermana toda la noche…

Nada mas llegar, le conté todo lo ocurrido a Marta. Estaba flipando. Y, no pudo decir otra cosa, que:

-Joder tía, no sé como coño lo haces, pero tu vida es de novela.
- Y que lo digas- La respondí. -Y que lo digas.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Capítulo 11. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.


Aquél día me levanté como nunca. Estaba, contenta, feliz, la verdad no sé, pero me encontraba bien. Lo primero que hize, fue bajar, corriendo, para felicitar a Jaime.
- ¡Felicidades canijo!- Le dije. Me sonrió. Mi primo era un sol. - ¿Cuántos años tienes ya, Jaime?- Pensó durante un rato. Al momento sacó de su mano tres dedos. Mi hermana estaba detrás mío, seguro que se lo habría chivado Claudia, pero lo dejé pasar. Le metí un
achuchón a mi primo, y me dirigí a mi hermana. -Claudia, ¿que tal ayer con Paula? - La dije, mientras le daba un beso en la mejilla.
- Bueno...- Respodió cabizbaja.
- ¿Pero cómo que bueno? ¿Qué pasó?- La pregunté. Suponí que se habrían peleado. Y me alivié, sus peleas duraban una hora máximo. Paula, era la mejor amiga de Claudia, y curisamente, la hermana pequeña de Marta.
- Pues que yo creo que Paula me intentó robar mi Nanci Estrella del rock... Porque cuando fue la tía Mar a recogerme, pues mágicamente estaba en su armario...- Me comentó. Cosas de niños.
- Eso esque se la habría dejado allí sin querer, tu no te preocupes. A demas  las mejores amigas para siempre nunca se separan por nada del mundo-Añadí. Creo que la había convencido.
- Es verdad, porque somos super mejores amigas para siempre-Dijo riendose- Pues la perdonaré. -Dijo al final, mientras se dirigía a Jaime, que ha todo esto nos miraba con una cara de empanado. Le tomó la mano y dijo.- Jaime y yo nos vamos a jugar a princesas, y montar una super fiesta
en nuestro palacio. ¿Te unes, Helena?- Me comentó. Verificado: Mi primo era el mejor juguete de mi hermana. Al segundo entraron mis tíos.
- ¡Aquí nadie va ha montar una fiesta en un palacio! Todos a vestiros ahora mismo, y tu Jaime ven aquí. Cuando terminéis bajad todos, que vamos a tomar un desayuno especial, por el cumple de mi chiquitín. A demás, tenemos que contaros una cosa.- Al decir esto ultimo, mi tía puso cara
de poker. Parecía que se le había quitado el enfado de ayer, junto a mi tío. Lo deberían haber solucionado. Me alegré. Subí a mi cuarto. Me acordé: Estaba saliendo con Pablo. Puf, que fuerte. Me puse mi camiseta favorita, y unos pantalones. Me peiné un poco, y fui a la habitación de mi hermana.
Lo sabía. Jugando. La puse la ropa en la cama, la dije que se la pusiese ahora mismo y bajé. Ahí estaba mi tía, super estresada. Siempre está así.
- Ya estoy Mar.- La dije.- Tres año ya ¿Eh?- Miré a Jaime.
- Pues así es.- No sabía que lo que iba a decir mi tía en pocos segundos, sería tan importante. Al segundo bajó mi tío. Llevaba de la mano a la pequeña de la casa.
- ¡Ya estamos!- Nos sentamos todos en la mesa para desayunar. ¡Tortitas! Bien. Me encantaban. Me puse dos. No me podía pasar.
- Bueno chicos. Loque os teníamos que contar la tía y yo-Dijo mi tío- Es algo... Que nos va a cambiar la vida, por así decirlo.
No me esperaba tal sorpresa. Al segundo, supe a que venía la preocupación de mis tíos, desde hace días.
- Chicas, estoy embarazada.

domingo, 29 de enero de 2012

Capítulo 10. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.


- ¿Que te dijo, qué?- Dijo Marta, muerta de la intriga.
- Lo que oís. Yo lo estoy fliapndo aún. Y lo peor esque, me lo dijo tan tranquilamente, el cretino ese de Hugo.- Respondí. Estaban todas llenas de curiosidad, Marta Laura Julia y Alicia. En espera de mis cometarios.
- Tía, pero si está bueno... ¡todo soluiconado!- Dijo Julia. Risas.  De todas menos mías. Valla chica, siempre pensando en lo mismo.¿Quién se creía el Hugo ese para decirme eso? Bueno, la verdad, tampoco me había dicho tanto, pero ¡Sí que me había jodido el chico ese!
¡Valla cometarios que le hace a una chica! Seguro que no iba a ligar en su vida. Cretino. Después al menos, pude conocer a Vanessa. Era la morena que se sentaba a mi lado en la clase de moto. Hablamos de todo un poco. Era muy simpática, me cayó bastante bien. Tenía ganas
 ya de que fuese sábado para verla. Sí, habíamos quedado. Yo creo que la amistad que tenía con esa chica iba a dar sus frutos, conjeniabamos muy bien.
- Bueno chicas, a lo que vamos. Ecuaciones de segundo grado. Oye ¿De verdad me estáis diciendo que no entendeis esto?- Comentó Laura con una sonrisita burlona. Laura, formaba parte de mis cuatro mejores amigas. Era imparable, a demás de una empollona, aunque ella nos lo niege. Pelirroja, con el pelo rizado, 
y unas gafas, que le daban alegría a su cara. Cuando se ponía de mal humor, no había quien la parase, pero cuando estaba bien era un cielo.
- ¡No! ¿Estas loca? Es súper chungo!- Aclaró Alicia. La del pelo corto moreno, que era mas dulce que el pan. Aún me quedaba por decirlas una cosa bastante importante. Pero no sabía si hacerlo.
- Chicas, hay algo que no os he contado...- Les dije.
- ¡Dime!- Dijeron todas a coro. me hacía una gracia cuando pasaban cosas de estas.
- Pues que.... Estoy saliendo con Pablo.- La petrificación de las chicas no cabía en sí. La primera en hablar fue Alicia. Lo sabía.
- ¿Pepepepepero tu eres tonta? QUE DICES! JODER TÍA, ERES SUBNORMAL.- Lo sabía. Ya no tenía la aprobación de Alicia.
- Helena ¡Qué te estará poniendo los cuernos seguro!- Grito Julia, eufórica. -¡Ese chico no es de fiar!- Cuando Julia dijo eso, me quedé un poco en blanco, yaque sabía de lo que hablaba. Julia era la mas putona, de todo el insti, pero a nostras nos gustaba así, y a demás, si ella se
divertía haciendolo, por nostras genial. Laura y Marta, no sabían que decir, apoyaban a Julia y a Alicia.
- Lo siento chicas, pero ya está decidido, le quiero, y me quiere, a pesar de lo que me digáis. Y encima, ¡me ha pedido salir él! ¿A que es un cielo?- Respondí. No entendía porque mis amigas no me apoyaban con esto. Las quería mucho, y no me gustaba verlas así- ¿Bueno, nos ponemos con mates?-
Las pregunté. Estuvimos estudiando, hablando de lo idiota que era Hugo ( Eso fui solo yo) y comentando mi nuevo fichaje (No exactamente para bien..) Hasta las nueve, después me marché a casa, y cené con mi familia. Mis tíos seguían igual de extraños, pero seguían sin decirme nada. No
lo entendía. Por lo que cuando acabé me fui a la cama. Pensativa. No pude dormir mucho esa noche, pensando en muchas cosas: Pablo, Hugo, el cumpleaños de Jaime, la moto... Hasta que lo conseguí, pero no sabía, que esa noche, alguien se había dormido pensando en mí. Y no era exactamente Pablo.

Capítulo 9. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.



Llegaba tarde. Cuando he llegado a mi casa, mi tío me estaba esperando, para meter la moto en el coche e irnos hacia la academia. No sabía porque, pero notaba que algo entre mis tíos, no marchaba bien. Cuando estuvimos ya
en el coche, me armé de valor para hablar a mi tío y preguntarle:
- Tío Kiko, ¿Pasa algo?
- Pues no. Bueno, sí. O no. Buff, mira deja el temita ahora Helena.- Me respondió., con voz seca. No dudé en empezar a preguntarme que pasaría, aunque antes o después, lo acabaría sabiendo.
Fuimos lo que quedaba de camino, completamente callados. No quería liarla más. A la media hora de viaje, mi tío me dijo, que habíamos llegado. Era un edificio grande, y por detrás, había unas pistas para poder practicar con el vehículo. Que nervios.
 Saqué del maletero la moto, le di un besito en la mejilla a mi tío, y me dispuse a entrar. Por mi primera impresión, pensé que no era el lugar mas adecuado para mí. Estaba lleno de posters de motoristas famosos, que se habían sacado el carnet ahí. Al momento vi recepción.
- Perdone, vengo a unas clases de moto para sacarme el carnet- Al segundo, vi el cartelito con su nombre que colgaba de su camiseta. - ¿Me podría decir donde son, Rosana?
- Ah, si claro.-La vi sorprendida. No todo el mundo la llamaba por su nombre, cuando estaba trabajando. Le gustó.- Pues mire, ¿ve aquella puerta verde de ahí? -Asentí- Pues detrás, a la derecha, señorita...
- Helena.-Dije-
-Señorita Helena,- Me cayó bien. Parecía simpática, por lo que la dije gracias, y me encaminé.
Fui por donde me dijo, y vi un aula donde ponía: CDM. Supuse que sería allí por lo que, llame a la puerta y entré. Lo primero que pensé, fue que había llegado tarde. Estaba una señora, de unos cuarenta años, de pie, y unas diez sillas con nueve personas sentadas en ellas.
De acuerdo, había llegado tarde. Miré a mis compañeros. Y me fijé en uno, que no me quitaba la vista de encima. Era alto y rubio, con los ojos castaños, y una sonrisa de oreja a oreja que himnotizaba. La verdad esque, estaba buenísimo. También, vi a una chica, que me miraba
perpleja, la verdad, era muy guapa, no me extrañaría nada, que fuese la novia de aquel chico. Decidí relajarme, y decir:
-   Hola, perdón por la tardanza. ¿Es aquí, el lugar para sacarse el carnet de moto? - Me fulminé a mi misma. Lo había dicho balbuceando, y parecía tonta.
- Aquí mismo. ¿Usted debe ser la señorita Helena López, no?- Asentí, mientras lo arreglaba con una sonrisa- En ese caso, sientese junto a la chica morena de la segunda fila.
Fui hacia el sitio indicado, me senté y empezé a escuchar la introducción que nos hacía la profesora. La clase pasó volando, y el único problema fue que estaba pensando en todo menos en lo que tenía que pensar, que era lo que la profesora comentaba. Pensé en Pablo,
aquel chico que me había robado el corazón, en las chicas, que hoy  a las cinco, habíamos quedado en casa de Laura, y en aquel chico. Aquel chico, que no me paraba de mirarme cuando yo le miraba. Y justo en ese momento me empezé a sentir, rara. No sabía lo que quería,
y  tampoco sabía lo que quería yo. Yo quería con toda mi alma, a Pablo. ¿Porque lo digo? Nadie lo ha dudado. O sí, a lo mejor lo he dudado yo. Como lo voy a dudar. Es mi chico. ¿Si tenía a Pablo entre mis brazos, porque justo ahora tenía que aparecer este chico, que lo único
 que me hacía era dudar? ¡Pero si no he dudado! O sí... Al final, llegué a una conclusión. Sabía lo que le tenía que hacer y lo que le iba a decir. Caundo acabaron las clases, me planté al lado suyo, y se lo comenté.


viernes, 27 de enero de 2012

Capítulo 8. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.


-    ¿Helena?- Dijo, con ganas de mi respuesta.-
-    Claro que sí tonto- Al momento me miro y una sonrisa se marco en su rostro. Una sonrisa que consiguió cambiarme. Estaba segura: En ese momento era la chica mas feliz del mundo.


Nos miramos. Valla ojazos. En definitiva, era contraria a el; yo tenía el pelo completamente liso, castaño, con ligeras mechas rubias, y ojos marrones, según decían mis tíos, era igual que mi madre. Y Pablo... Pues Pablo era Pablo, aquel muchacho con el pelo rizado, y moreno claro delgado y de ojos verdes. Aquellos ojos, que me estaban mirando ahora. Aquellos ojos que siempre había deseado, y que para mi asombro, me acababan de pedir salir. Aquellos ojos, que aparecían en mis sueños desde hace ya cuatro años. Aquellos ojos. Aquel chico.
- Helena, que te quiero-Me dijo.Me limité a sonrojarme, demasiadas nuevas experiencias en tan poco tiempo.  Entre ellas, incluidas, mi primer beso.
- Pues la verdad, yo tengo mi duda de querer a alguien que pasaba de mí desde hace ya cosa de unos añitos...- Le respondí, con una mirada divertida, mientras esperaba una futura contestación.
- Helena... Deja el tema gordi, ya te lo he explicado... Quiero que sepas, que en este instante eres mi vida ¿Qué narices? No, mejor, lo eres todo. -Dijo.- Y que, ten claro que no te voy a dejar escapar.
- Pablo te quiero muchísimo- Esta vez fui yo la que me acerqué a él. Que guapo era. A demás de simpático. Era mío. Le comí con la mirada. Me acerqué y le besé apasionadamente. En ese momento me acordé de Alicia. Si nos viese, seguro que me mataba. Yo, liándome y completamente enamorada de su hermanastro. No podía ser. No se lo creería. Aunque la verdad, yo tampoco me lo creo.
Los de 1º de la ESO, nos miraban. No se veían estas escenas todos los días. Entonces fue cuando caí. ¿Qué hora sería? Miré el reloj. ¡Las doce y media! ¡Joder, las clases de moto, y yo aun aquí!
- Cariño, ¡me tengo que ir!- Le dije mientras cogí corriendo la mochila y le daba un beso en la mejilla.-Hasta mañana.-
-¿Te vas tan pronto? Bueno, ¿Mañana te veo después de las clases?- Aun no cabía en la emoción. Mi vida, era perfecta.
- Pues la verdad, no creo, es el cumple de mi primo...-Dije, con un tono bastante desilusionado.
- ¿De Jaime? Ese chaval es el amo. No veas que miradas me lanza...- Risas por las dos partes. La verdad, esque mi primo no decía ni una palabra, pero te lo transmitía todo con sus miradas. Y cuando no lo conseguía, todo lo solucionaba con la carita que tenía. Era rubio y con los ojos azules, igual que mi tío. Era una monada, y mañana cumplía ya tres añetes.
- Si, pero ¡porque no le has visto cuando se enfada!- Más risas- Aun así, le quiero como a mi hermano. Bueno, no me entretengas mas que me voy cariño..- Otro beso, pero esta vez no fue en la mejilla.
-Vale Helens, esta noche te llamo.-
Y definitivamente cogí la mochila, y me fuí a casa, a por mi moto, para poder empezar de una vez por todas, mis clases. Pero no sabía que, en aquella academia, dentro de tan solo unas horas, algo me haría dudar.

lunes, 23 de enero de 2012

Capítulo 7. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.


       Era increíble. No sabía que decir, por lo que me limité a responder:
-          Dime.-Mi corazón latía a mil por hora, en segundos, todo lo que llevaba esperando desde los once años, aquellos sentimientos, se derrumbarían, o se harían mas fuertes.
-          Pues mira, Helena. Que me gustas, y que siempre me has gustado. Pero, que esto es cosa de dos, y, me gustaría saber que opinas.
-          Puu...Pues Pablo…- Pero antes de acabar la frase, me corto.-
-          Oye Helena… que no digas nada.
Era como un sueño, de repente, empecé a ver los ojos verdes de Pablo, acercándose a mí. Su cara, su pelo castaño, su rostro, cada vez mas cerca. No pude decir nada, ya que sus labios a penas tocaban los mios, e impulsada por mis deseos, aunque no era, lo que le agradaba a mi “yo” inteligente, le imité. Nos besamos. O mejor dicho, me besó, y yo le continué. Sabía que no debía hacerlo ya que era un putón, que se liaba con todas, las que encontraba, pero, ya, era demasiado tarde para parar. Fue mágico. No podía parar. Estaba enamorada de él.
Al momento, se oyó la puerta de la entrada principal. Repentinamente, dejamos de besarnos. ¿Quién sería?¿Nos habrían visto?  Teníamos el corazón en un puño. Al segundo, pudímos aspirar tranquilos. Eran los de primero, que salían al recreo. Como por acto involuntario, ví a Pablo con carmín en los labios. No pude evitar reirme.
-          ¿Qué pasa? ¿No estoy guapo? Ah, ya sé… Será que no me queda bien este color…-Dijo. Se había dado cuenta de que me reía.
-          Que tonto. Anda trae.- Cogí mi dedo pulgar, y se lo pasé por la boca. Buf. Era inevitable mirarle, y no sonreir.- Si te sirve de consuelo, a mí me parece que te queda bien, pega con tus ojos.
-          Y si te sirve a ti, cada día eres mas guapa.-Me miró,  y me dio un beso corto, pausado, que a pesar de ello, no podía transmitir más.
-          Pablo… ¿Por qué lo haces?- Dije. Estaba nerviosa. Demasiado.
-          Porque quiero demostrar mi amor hacia ti- Respodió. Seguro de sí mismo.
-          Y lo demuestras hoy…- Sentí que lo había dicho en plan borde, pero me salió solo. Lo intenté arreglar lo mejor que pude- Es decir...- Me cortó.
-          Hoy. Es el día perfecto. Esperaba este día desde hace años-No me lo creí del todo- Y ahora. Que estas junto a mí, te puedo decir, ¿Helena López, quieres salir conmigo?
Sabía la respuesta. La tenía clara. Y había mirado en mis dos “yo” interiores. Asi que me animé y le respondí: 

domingo, 22 de enero de 2012

Capítulo 6. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.


Valla cumpleaños pasé. No sé porque pero, todo salió perfecto. Con mi familia bien, con mis amigas igual, y con Pablo genial. ¿Qué más podía pedir? Pues una moto. Y ahí la tenía, era roja, y reluciente y con una velocidad flipante. O bueno… Eso es lo que les dijo a mis tíos el pibe de la tienda. Yo aún no la había probado. Tenía un día bastante movido. Por la mañana, hablar con Pablo. Ni me imaginaba la vergüenza que me daría, por lo que llegué a una conclusión: evitarle, ¿Su finalidad? no hablar con él. Al acabar las clases, a empezar las lecciones de moto. Y nada más acabar, a casa de Laura, a estudiar matemáticas. Y ahora pues… A vestirme corriendo que he quedado con Marta donde siempre.
Empezamos a andar rumbo al colegio. Marta y yo hablamos de todo un poco, pero los temas principales eran tres: Pablo, Iván (Un tipo al que le está empezando a gustar) y mi moto.
Al llegar tocó lengua. Habíamo llegado un poco tarde y ya eran y media. Entra la gente, incluido Pablo, y nada mas verle, me giro. No quiero mirarle. Que corte. Comienza la clase. Don Leopoldo empieza a explicarnos cosas sobre Cervantes. Valla coñazo. Diez minutos después, ya está Marta, para entretenerme la hora:

-          Tía joder. Que pesados estáis. Toma una nota de Pablo.

Me dispongo a abrirla, cuando oigo un silencio repentino en la clase. Me temo lo peor. Me giro. Ahí esta don Leopoldo, mirándome, a mí, y al papel que tenía sobre mis manos.

-          Ahiahiahi… Señorita López, entregeme ahora mismo ese papel. ¿Quién se lo ha enviado?-Dijo mi profesor.
-          Nnnnnnno sé- Balbuceé. Nunca me habían pillado. Y no estaba segura de quién era el culpable.
-          En ese caso… ¿Por qué no averiguarlo?-De pronto, me quitó el papel de las manos. Ya poco podía hacer.- Veamos lo que pone.- Y el profesor, se limitó a leer en voz alta, aquella nota.- Helena: En el intercambio de clase, pide ir al baño y esperame en el parque del instituto. Yo aré lo mismo. Y así, podremos hablar tranquilos. Con cariño. Pablo.

No podía creerlo. El profesor acababa de leer en voz alta, la nota que me había mandado Pablo. 
Pero lo que no sabía era que lo peor estaba por llegar.

-          Me parece muy… Tierno por tu parte, señor Martínez. Y ¿Por qué iba yo a impedir que se viese usted con la señorita Helena? Ahora mismo se van a venir conmigo los dos, les voy a dejar donde habían quedado y no se van a mover de ahí. Así podrán hacer lo que tenían que hacer ¿No? Pues vengan ahora mismo.

Estaba petrificada. No podía creerlo, me limité a, seguir al profesor. Cuando llegamos nos dijo:

-          Sentaros aquí, y no os mováis. Adios.
Era difícil de creer. Estabamos Pablo y yo, sentados en el banco del parque del insti. Cuando no hubo ni rastro del profesor. Pablo me dijo:
-      Helena… Por fín solos. Te tengo que decir una cosa.



Capítulo 5. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.



Helena:

Era solo para decirte que muchas felicidades. Que no te pude felicitar está noche, porque me surgió un improvisto muy urgente.
Ademas quiero,que sigas igual de especial, y que me gustaría hablar contigo mañana.
Nada más. Un beso. Y feliz cumpleaños.
                                                                                                                            Pablo.

No puedo parar de leerla. Aun no me lo creo.  Cuando se la he enseñado a las chicas en el recreo, se han quedado muy sorprendidas ellas también. Porque aunque sean mis amigas, creo que saben que no tengo esperanzas con él. Pablo.Pablo.Pablo.Pablo. Dios mío. Es tan mono. Y pensar que estube a punto de olvidarle para siempre… Y ¿Qué me querrá decir? Según Marta, quiere demostrar su amor hacia mí, y la opinión de Julia ha sido que; lo único que quería era un par de tetas. Alicia me ha comentado que, nunca me fíe de un tío, y menos, si ese tío era Pablo. Su hermanastro. Laura dice, que será lo que dios quiera. No sé que pensar. Estoy confusa. Y cuando les he contado a las chicas todo lo que me dijeron de él, esta noche, sobre porque no me había felicitado, por sms, lo único que me han podido decir es: Será gilipoyas. Yo también pensaba eso hace cosa de 5 horas. Pero mi mundo ha cambiado por completo. La vuelvo a leer. Su caligrafía es perfecta, preciosa. Me encanta. Estoy enamorada. Voy a ver si está conectado.

-          Helena, dice la tía mar, que bajes que vamos a tomar la tarta.-Dijo mi hermana, asomando la cabeza por la puerta.- ¡Yo quiero el “Felicidades” escrito con chocolate blanco!”.-
-          Ahora voy Claudia. ¿El tío Kiko ya ha recogido a Jaime de la guardería?-Respondí.
-          Sí, y se está portando fatal. ¡Se ha comido todas mis galletas!-Dijo Claudia, enfadada.-No pude evitar sonreir. A mi primo le encantan las galletas. Recuerdo cuando nació. Fue solo dos días después de mi cumpleaños, y, mis tíos, me decían, que era otro regalo de cumpleaños. Dentro de dos días, cumple tres añetes. Y sin duda lo fue. El mejor de todos.-
-          Ahora voy pequeña. Dame un beso anda, que luego comes ración extra de tarta y solucionado.
-          Bueno vale…-Claudia me dio un beso sabor galleta, salió del cuarto y bajó las escaleras. Apagué el orde. Luego la leí otra vez más, y la guardé como un preciado tesoro. Bajé yo también. Al segundo vi a todos alrededor de la gran tarta hecha por mi tía.
-          ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te desamos Helena, cumpleaños feliz!-Cantaron todos a coro, excepto mi primo, claro está, que el se digna en mirar a la tarta con cara de hambre.
-          Muchísimas gracias, en serio, tíos, primo, hermana. Mil gracias.
Comimos la tarta, y mi tía, dijo:
-          Helena, sal fuera de casa.
-          Am… Vale.-No sabía porque pero hize caso a mi tia- Y salí. Ahí estaba, Era preciosa. La moto. Mi moto.