domingo, 22 de enero de 2012

Capítulo 5. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.



Helena:

Era solo para decirte que muchas felicidades. Que no te pude felicitar está noche, porque me surgió un improvisto muy urgente.
Ademas quiero,que sigas igual de especial, y que me gustaría hablar contigo mañana.
Nada más. Un beso. Y feliz cumpleaños.
                                                                                                                            Pablo.

No puedo parar de leerla. Aun no me lo creo.  Cuando se la he enseñado a las chicas en el recreo, se han quedado muy sorprendidas ellas también. Porque aunque sean mis amigas, creo que saben que no tengo esperanzas con él. Pablo.Pablo.Pablo.Pablo. Dios mío. Es tan mono. Y pensar que estube a punto de olvidarle para siempre… Y ¿Qué me querrá decir? Según Marta, quiere demostrar su amor hacia mí, y la opinión de Julia ha sido que; lo único que quería era un par de tetas. Alicia me ha comentado que, nunca me fíe de un tío, y menos, si ese tío era Pablo. Su hermanastro. Laura dice, que será lo que dios quiera. No sé que pensar. Estoy confusa. Y cuando les he contado a las chicas todo lo que me dijeron de él, esta noche, sobre porque no me había felicitado, por sms, lo único que me han podido decir es: Será gilipoyas. Yo también pensaba eso hace cosa de 5 horas. Pero mi mundo ha cambiado por completo. La vuelvo a leer. Su caligrafía es perfecta, preciosa. Me encanta. Estoy enamorada. Voy a ver si está conectado.

-          Helena, dice la tía mar, que bajes que vamos a tomar la tarta.-Dijo mi hermana, asomando la cabeza por la puerta.- ¡Yo quiero el “Felicidades” escrito con chocolate blanco!”.-
-          Ahora voy Claudia. ¿El tío Kiko ya ha recogido a Jaime de la guardería?-Respondí.
-          Sí, y se está portando fatal. ¡Se ha comido todas mis galletas!-Dijo Claudia, enfadada.-No pude evitar sonreir. A mi primo le encantan las galletas. Recuerdo cuando nació. Fue solo dos días después de mi cumpleaños, y, mis tíos, me decían, que era otro regalo de cumpleaños. Dentro de dos días, cumple tres añetes. Y sin duda lo fue. El mejor de todos.-
-          Ahora voy pequeña. Dame un beso anda, que luego comes ración extra de tarta y solucionado.
-          Bueno vale…-Claudia me dio un beso sabor galleta, salió del cuarto y bajó las escaleras. Apagué el orde. Luego la leí otra vez más, y la guardé como un preciado tesoro. Bajé yo también. Al segundo vi a todos alrededor de la gran tarta hecha por mi tía.
-          ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te desamos Helena, cumpleaños feliz!-Cantaron todos a coro, excepto mi primo, claro está, que el se digna en mirar a la tarta con cara de hambre.
-          Muchísimas gracias, en serio, tíos, primo, hermana. Mil gracias.
Comimos la tarta, y mi tía, dijo:
-          Helena, sal fuera de casa.
-          Am… Vale.-No sabía porque pero hize caso a mi tia- Y salí. Ahí estaba, Era preciosa. La moto. Mi moto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario