domingo, 29 de enero de 2012

Capítulo 9. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.



Llegaba tarde. Cuando he llegado a mi casa, mi tío me estaba esperando, para meter la moto en el coche e irnos hacia la academia. No sabía porque, pero notaba que algo entre mis tíos, no marchaba bien. Cuando estuvimos ya
en el coche, me armé de valor para hablar a mi tío y preguntarle:
- Tío Kiko, ¿Pasa algo?
- Pues no. Bueno, sí. O no. Buff, mira deja el temita ahora Helena.- Me respondió., con voz seca. No dudé en empezar a preguntarme que pasaría, aunque antes o después, lo acabaría sabiendo.
Fuimos lo que quedaba de camino, completamente callados. No quería liarla más. A la media hora de viaje, mi tío me dijo, que habíamos llegado. Era un edificio grande, y por detrás, había unas pistas para poder practicar con el vehículo. Que nervios.
 Saqué del maletero la moto, le di un besito en la mejilla a mi tío, y me dispuse a entrar. Por mi primera impresión, pensé que no era el lugar mas adecuado para mí. Estaba lleno de posters de motoristas famosos, que se habían sacado el carnet ahí. Al momento vi recepción.
- Perdone, vengo a unas clases de moto para sacarme el carnet- Al segundo, vi el cartelito con su nombre que colgaba de su camiseta. - ¿Me podría decir donde son, Rosana?
- Ah, si claro.-La vi sorprendida. No todo el mundo la llamaba por su nombre, cuando estaba trabajando. Le gustó.- Pues mire, ¿ve aquella puerta verde de ahí? -Asentí- Pues detrás, a la derecha, señorita...
- Helena.-Dije-
-Señorita Helena,- Me cayó bien. Parecía simpática, por lo que la dije gracias, y me encaminé.
Fui por donde me dijo, y vi un aula donde ponía: CDM. Supuse que sería allí por lo que, llame a la puerta y entré. Lo primero que pensé, fue que había llegado tarde. Estaba una señora, de unos cuarenta años, de pie, y unas diez sillas con nueve personas sentadas en ellas.
De acuerdo, había llegado tarde. Miré a mis compañeros. Y me fijé en uno, que no me quitaba la vista de encima. Era alto y rubio, con los ojos castaños, y una sonrisa de oreja a oreja que himnotizaba. La verdad esque, estaba buenísimo. También, vi a una chica, que me miraba
perpleja, la verdad, era muy guapa, no me extrañaría nada, que fuese la novia de aquel chico. Decidí relajarme, y decir:
-   Hola, perdón por la tardanza. ¿Es aquí, el lugar para sacarse el carnet de moto? - Me fulminé a mi misma. Lo había dicho balbuceando, y parecía tonta.
- Aquí mismo. ¿Usted debe ser la señorita Helena López, no?- Asentí, mientras lo arreglaba con una sonrisa- En ese caso, sientese junto a la chica morena de la segunda fila.
Fui hacia el sitio indicado, me senté y empezé a escuchar la introducción que nos hacía la profesora. La clase pasó volando, y el único problema fue que estaba pensando en todo menos en lo que tenía que pensar, que era lo que la profesora comentaba. Pensé en Pablo,
aquel chico que me había robado el corazón, en las chicas, que hoy  a las cinco, habíamos quedado en casa de Laura, y en aquel chico. Aquel chico, que no me paraba de mirarme cuando yo le miraba. Y justo en ese momento me empezé a sentir, rara. No sabía lo que quería,
y  tampoco sabía lo que quería yo. Yo quería con toda mi alma, a Pablo. ¿Porque lo digo? Nadie lo ha dudado. O sí, a lo mejor lo he dudado yo. Como lo voy a dudar. Es mi chico. ¿Si tenía a Pablo entre mis brazos, porque justo ahora tenía que aparecer este chico, que lo único
 que me hacía era dudar? ¡Pero si no he dudado! O sí... Al final, llegué a una conclusión. Sabía lo que le tenía que hacer y lo que le iba a decir. Caundo acabaron las clases, me planté al lado suyo, y se lo comenté.


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