martes, 24 de abril de 2012

Capítulo 16. Lo siento pero tengo que decirte que te quiero.

- ¿Qué hicisteis qué?- Dijo Alicia.


- ¡Lo que te digo, limpiamos a los caballos de cabeza a patas!- Respondí.


- ¡Pero si Marta odia a los animales! No me jodas Helena.


-Ya lo sé, pero me armé de valor y lo hice. A demás... No sabes que suave estaba Martín...- Comentó Marta.


-¿MARTÍN?- Respondieron Laura y Julia a coro. No cabían en su incredulidad.


-Es el caballo de Hugo... Yo no sé que le vio, pero definitivamente ese caballo es un bestia- Comenté.
- ¡Venga ya! Si es súper bueno, yo lo adoptaría si no tuviese propietario...- Respondió.


- Lo que la pasa a Helenita es que a ella le va mas el dueño- Ya estaba Julia, la chica rubia, de pelo larguísimo y ojos verdes para ofrecernos sus comentarios. Todas se empezaron a reir. Menos yo, que me puse roja como un tomate.


-No es verdad. Oye ¿Cómo os tengo que decir que estoy saliendo con su hermano?- Comenté, con una sonrisita mirando a Alicia, un poco alterada.


- ¡Eis que no pasa nada! Que a todo el mundo nos gusta lo prohibido, y yo estoy incluida. Con decirte que después de clase me he liado con dos...- A esta chica no hay quien la cambie. Siempre igual, pero ya, lo veíamos normal en ella, era así, y así nos gustaba.
- ¿Joaquín y Marco?- Preguntó Laura.


- Joaquin y Humberto.- Comentó sonriendo.- Pero este ahora no es el tema, ahora debemos hablar de la vida amorosa de Helenis.-Miró el reloj del cuarto de Alicia- Las nueve. Aún Pablo ni ha aparecido por aquí. ¿Qué te parece eso? Mira, yo creo que te quiere porque estas buena, pero ya está.
- ¿Qué dices Julia? Tía pues no. Sí me ha pedido salir no es porque esté "buena y ya está" porque si no, no lo hubiese hecho- Dije un poco irritada. No sabía si lo hacía por mi bien, pero esas cosas me afectaban mucho.


- Yo también pienso que la quiere... Al fin y al cabo, si no no la hubiese pedido salir ¿No?


-Bueno bueno, puede ser, pero a mi me mola mas Hugo Helens, que quieres que te diga. Lo del otro caso es un poco raro.


- Quien sabe.-Dijeron Laura y Alicia.- Por preferencia... eligiría a cualquiera menos a mi hermano.-Comentó Alicia sonriente.


La conversación se quedó detenida hasta que pasó un tiempo. Pero Laura es la que se encarga siempre de enfriar las cosas:


-¿Bueno porque no vamos a cenar? ¿Alicia, tu madre tendrá ya la comida?- El cabreo se fue desvaneciendo, hasta que se quedó en viejos recuerdos. Fuimos a la cocina y la madre de Alicia, Carmen, nos puso tres pizzas para las cinco, eran caseras y la salían riquísimas. Me sonó un pitido en el movil. Un mensaje nuevo, de un número desconocido. Los números desconocidos siempre me daban un poco de miedo. Lo habrí y leí: 


Hola bonita. Soy yo tu Hugo. No me preguntes como esque tengo tú número.Oye, que Martín te hecha de menos ¿Eh? 
Dice que te quiere ver mañana... Y ya sabes... A un caballo no le lleves la contraria ¿eh guapa?
Anda duerme bien, un besito pequeña.


Antes de que se me abalanzasen las preguntas las dije a todas:
-Es Hugo.- Y no pude evitar sonreir.


De prontó hoy decir a mis espaldas:


-¿Quién es Hugo, Helena?


Era Pablo. 

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