Era increíble. No sabía que decir, por
lo que me limité a responder:
-
Dime.-Mi
corazón latía a mil por hora, en segundos, todo lo que llevaba esperando desde
los once años, aquellos sentimientos, se derrumbarían, o se harían mas fuertes.
-
Pues
mira, Helena. Que me gustas, y que siempre me has gustado. Pero, que esto es
cosa de dos, y, me gustaría saber que opinas.
-
Puu...Pues
Pablo…- Pero antes de acabar la frase, me corto.-
-
Oye
Helena… que no digas nada.
Era
como un sueño, de repente, empecé a ver los ojos verdes de Pablo, acercándose a
mí. Su cara, su pelo castaño, su rostro, cada vez mas cerca. No pude decir
nada, ya que sus labios a penas tocaban los mios, e impulsada por mis deseos,
aunque no era, lo que le agradaba a mi “yo” inteligente, le imité. Nos besamos.
O mejor dicho, me besó, y yo le continué. Sabía que no debía hacerlo ya que era
un putón, que se liaba con todas, las que encontraba, pero, ya, era demasiado
tarde para parar. Fue mágico. No podía parar. Estaba enamorada de él.
Al
momento, se oyó la puerta de la entrada principal. Repentinamente, dejamos de
besarnos. ¿Quién sería?¿Nos habrían visto? Teníamos el corazón en un puño. Al segundo,
pudímos aspirar tranquilos. Eran los de primero, que salían al recreo. Como por
acto involuntario, ví a Pablo con carmín en los labios. No pude evitar reirme.
-
¿Qué
pasa? ¿No estoy guapo? Ah, ya sé… Será que no me queda bien este color…-Dijo.
Se había dado cuenta de que me reía.
-
Que
tonto. Anda trae.- Cogí mi dedo pulgar, y se lo pasé por la boca. Buf. Era
inevitable mirarle, y no sonreir.- Si te sirve de consuelo, a mí me parece que
te queda bien, pega con tus ojos.
-
Y
si te sirve a ti, cada día eres mas guapa.-Me miró, y me dio un beso corto, pausado, que a pesar
de ello, no podía transmitir más.
-
Pablo…
¿Por qué lo haces?- Dije. Estaba nerviosa. Demasiado.
-
Porque
quiero demostrar mi amor hacia ti- Respodió. Seguro de sí mismo.
-
Y
lo demuestras hoy…- Sentí que lo había dicho en plan borde, pero me salió solo.
Lo intenté arreglar lo mejor que pude- Es decir...- Me cortó.
-
Hoy.
Es el día perfecto. Esperaba este día desde hace años-No me lo creí del todo- Y
ahora. Que estas junto a mí, te puedo decir, ¿Helena López, quieres salir
conmigo?
Sabía
la respuesta. La tenía clara. Y había mirado en mis dos “yo” interiores. Asi
que me animé y le respondí:
Hola! :) Me gusta mucho la historia, está muy bien!
ResponderEliminarTe sigo! ^^ Me sigues??
Besos!<3
PD: Estoy deseando continuar leyendo^^